El 3 de octubre de 2024, en las instalaciones de LAGUNA, se inauguró la exposición “Bodegón del Vicio” de la artista mexicana María Portilla, un evento que combinó arte y reflexión sobre las políticas de drogas. La exposición fue el escenario perfecto para un conversatorio sobre el consumo de sustancias psicoactivas y las políticas relacionadas. Este espacio, una exfábrica textil en la Colonia Doctores, se ha transformado en un lugar de colaboración creativa y fue el anfitrión de un debate de gran relevancia social.
Un conversatorio disruptivo
Moderado por la curadora Cristina Pérez, el diálogo incluyó la participación de Mateo Rivera, investigador en adicciones y poblaciones vulnerables; Fredy Cabrera, miembro de la revista y asociación Mi Valedor; Guadalupe Licea, psicóloga del Instituto para la Atención y Prevención de las Adicciones (IAPA); Joel Anaya, experto en narcotráfico y mercados de drogas; y Oscar Espin, investigador en salud mental y miembro del comité de expertos del Knowmad Institut.
Los participantes abordaron el consumo de drogas desde distintos ángulos, tocando temas como la criminalización, los estigmas, la salud mental, y el impacto de la ley en la vida de los consumidores. Por ejemplo, Mateo Rivera destacó que “las sustancias psicoactivas tienen la cualidad de modificar la percepción del estado de ánimo de las personas, sin embargo, plantea que las sustancias por sí mismas, no funcionan de esa forma, se tiene que tomar en cuenta a la persona, los tipos de sustancias y el entorno físico y social donde se usan.” También reflexionó sobre la moralidad negativa asociada con el concepto de “vicio”, afirmando que “el vicio es ser devoto de algo indigno de devoción, es la tentación, la incapacidad de reprimir la ansiedad por el consumo.”
Fredy Cabrera ofreció su testimonio personal sobre el uso de solventes, señalando que “el vicio de las drogas es una cobija, un poco de esperanza a los prejuicios sociales, por ello se necesita del alcohol, la pastilla, las monas para cubrirse del frio, la tristeza, la soledad y en ocasiones la violencia.” Explicó cómo el uso de drogas, para algunos, es una forma de protección emocional y física en la calle: “En la calle debes estar un poco sedado porque estar 24 horas en calle, te expones a que te roben, te maltraten.”
Por su parte, Guadalupe Licea del IAPA compartió que su institución busca proporcionar un trato digno y empático a los usuarios de sustancias psicoactivas, recordando que “el IAPA busca cuidar antes de curar, vemos el uso de sustancias psicoactivas como un fenómeno social y no sólo médico.”
Joel Anaya, experto en mercados de drogas, señaló que los límites permitidos por la ley no corresponden a las cantidades reales disponibles en el mercado, y enfatizó que “los mal llamados amparos sobre aprovisionamiento sobre marihuana representan un desastre administrativo.” Además, compartió datos recientes sobre la criminalización de los usuarios, afirmando que “de acuerdo a los últimos informes de la Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, el segundo delito por el cuál las personas son presentadas ante una autoridad es el de posesión de drogas con fines de venta.”
El arte como vehículo de reflexión
La exposición no solo mostró obras impactantes, sino que abrió la puerta a un diálogo sobre las realidades de quienes usan sustancias psicoactivas. A través de las piezas de cerámica, la artista María Portilla invita a los espectadores a cuestionar las nociones de “vicio” y las formas en que la sociedad aborda el consumo de drogas, desafiando los prejuicios y los estigmas arraigados en torno a este tema. José Carlos Porras, gestor musical, subrayó este punto al señalar que “consumir sustancias psicoactivas es un lugar de encuentro… me gustaría que pudiéramos entender que no todo consumo es peligroso.”
“Bodegón del Vicio” fue un evento transformador, donde el arte y la reflexión política convergieron para impulsar el diálogo sobre la necesidad de políticas de drogas más inclusivas y humanas en México. Con la colaboración de instituciones como el Knowmad Institut, Mi Valedor, y el IAPA, este conversatorio refuerza la importancia del arte como puente para discusiones sociales urgentes.