Journal of Multidisciplinary Studies in Human Rights & Science (JMSHRS)
Volume 7, Issue 8, Special Issue on Deflection - VII - 2025 | SDGs: 3 | 5 | 10 | 16 | #RethinkProcess ORIGINAL SOURCE ON: https://knowmadinstitut.org/journal/
DOI: 10.5281/zenodo.15236212
Volume 7, Issue 8, Special Issue on Deflection - VII, April 2025 | SDGs: 3 | 5 | 10 | 16 |
DOI: 10.5281/zenodo.15236212
Direcciones de la Deflexión:
Filosofías y Conceptos que Integran la Salud Pública, la Seguridad Pública y las Comunidades
PhD. MPH. Tralonda Triplett *
ES | Abstract:
La inclusión de principios clásicos y contemporáneos de salud pública en las filosofías de seguridad pública de la Deflexión es esencial para el diseño e implementación de los programas resultantes. Al examinar las lecciones aprendidas de las teorías de salud pública y al involucrar a las comunidades, tanto en recuperación como aquellas que no lo están, la Deflexión puede convertirse en una contribución sostenible tanto para la seguridad como para la salud de las comunidades en general.
Este artículo proporciona directrices sobre los fundamentos filosóficos de la Deflexión, que pueden servir de base para el desarrollo de programas futuros que respondan a las necesidades culturales de las comunidades que requieren derivación hacia tratamiento para la salud mental y los trastornos por uso de sustancias, así como a los profesionales de seguridad pública que brindan dichos servicios.
Además, el artículo explica cómo el compromiso de los sistemas de seguridad pública con las comunidades—tanto aquellas que están en proceso de recuperación de estas condiciones como aquellas cuya salud se ve afectada indirectamente por la falta de seguridad—puede fomentar niveles personalizados de compasión comunitaria y reducir el estigma hacia quienes viven con estas condiciones. En resumen, las filosofías efectivas de la Deflexión y los marcos personalizados pueden fomentar no solo la seguridad a nivel comunitario, sino también la promoción de la salud y la generación de capital preventivo.
Palabras clave: Deflexión, promoción de la salud, derivación previa al arresto, seguridad pública, salud pública, ODS 3, ODS 5, ODS 10, ODS 16, ODS.
EN | Abstract:
Inclusion of classical and contemporary public health principles in public safety philosophies of Deflection are essential in design and implementation of resulting programming. By examining learned lessons from public health theories, and engaging communities, both in recovery and not, Deflection can become a sustainable contribution of both safety and health to communities-at-large. This paper provides directives to philosophical foundations for Deflection that can assist with subsequent developments of programs moving forward that are responsive to the cultural needs of communities in need of mental health, and substance use disorder treatment diversion, as well as the public safety professionals that dispense such services. In addition, the paper explains how public safety systems-based engagement with communities, both those who are currently in recovery from these conditions, and those health is harmed vicariously by lacks of safety, can lead to customized, community levels of compassion and reductions of stigma for communities living with these conditions. In short, effective Deflection philosophies and customized frameworks can foster not only community-level safety but also health promotion and preventive capital.
Key Words: deflection, health promotion, pre-arrest diversion, public safety, public health, SDG 1, SDG 3, SDG 5, SDG 10, SDG 16, SDG.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Constitución fundacional, declara: “El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social” (OMS, 1940). Más allá de los beneficios financieros y de las razones de sentido común, esta declaración reconoce la salud como un derecho humano básico y, por lo tanto, como una responsabilidad de las y los profesionales de todos los sectores de la sociedad para protegerla y garantizarla en todo el mundo. La deflexión, como una opción dentro del conjunto de herramientas disponibles para la seguridad pública en las comunidades, representa una oportunidad innovadora para integrar los principios de la salud pública en nuevos ámbitos y escenarios, tal como ha sido su propósito desde el surgimiento de esta disciplina.
Además, la aceptación global de conceptos como la Deflexión y la Derivación Previa al Arresto ha abierto nuevas oportunidades para entrelazar las respuestas comunitarias ante trastornos mentales y consumo de sustancias con las llamadas policiales y los programas de derivación previos al arresto. Estas estrategias permiten a las fuerzas del orden y al sistema judicial redirigir a las personas que viven con estas condiciones hacia tratamientos adecuados y otros servicios necesarios, en lugar de recurrir al arresto, la encarcelación o al involucramiento continuo con los sistemas de justicia penal.
Numerosos factores, tanto históricos como contemporáneos, que influyen en las actitudes comunitarias hacia los componentes clave de las filosofías de la Deflexión, deben ser analizados de manera individual si se espera que su impacto colectivo beneficie a las comunidades participantes. Por lo tanto, es imperativo realizar un examen riguroso de los marcos conceptuales que sustentan la Deflexión, para asegurar que se consideren plenamente los indicadores clave al momento de construir su praxis y pedagogía en el futuro.
Un componente filosófico esencial de la Deflexión es su conexión intrínseca entre la seguridad pública y la salud pública. Esta relación es fundamental para establecer el marco conceptual de la Deflexión y puede entenderse con mayor claridad al contrastar los conceptos de salud y salud pública.
Fundamentalmente, la salud es definida por la Organización Mundial de la Salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. (OMS, 1940). La salud, en este sentido, puede variar entre personas, incluso dentro de una misma familia, o de un día a otro. En cambio, la salud pública se enfoca en esfuerzos sostenidos a largo plazo, a nivel comunitario, para prevenir enfermedades y lesiones, y proteger la salud de poblaciones enteras.
A este respecto, la Fundación de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) define la salud pública como “el arte y la ciencia de proteger y mejorar la salud de las personas y sus comunidades” (CDC Foundation, 2021). Es precisamente la salud pública la que resulta vital para la eficacia de la seguridad pública y para el diseño e implementación exitosa de programas de Deflexión.
Como respaldo empírico, teorías científicas provenientes del campo de la salud pública, como la Triada Epidemiológica (1974), ilustrada a continuación, ofrecen un apoyo adicional a la praxis de la Deflexión. Esta teoría sostiene que, si bien las condiciones de salud como los trastornos mentales y el consumo problemático de sustancias ocurren en el seno de las comunidades, las conductas individuales de riesgo no son la única fuente de tales condiciones. La Triada respalda la existencia de factores socioambientales como elementos complementarios que inciden en los resultados de salud en las comunidades.
Un examen más profundo sugiere que, si estas fuentes duales son responsables de los riesgos de enfermedad en los contextos comunitarios, también podrían actuar como fuentes de protección frente a resultados negativos en salud. Por lo tanto, un énfasis deliberado en fomentar características beneficiosas provenientes de esas mismas fuentes puede resultar en intervenciones sanitarias eficaces.
Este axioma es precisamente el que sustenta el marco de la Deflexión como una estrategia capaz de beneficiar simultáneamente a la salud pública y a la seguridad pública. Al empoderar a los profesionales de la seguridad pública (ambiente) para que incidan positivamente en las vidas de personas (agente) que viven con trastornos mentales y/o por uso de sustancias, la Deflexión ofrece respuestas recíprocas ante sus comportamientos —respuestas que, de otro modo, no habrían sido experimentadas ni por ellos ni por sus respectivas comunidades.
La Deflexión, al combinar salud pública, seguridad pública y actores comunitarios, materializa estas relaciones en tiempo real para beneficio colectivo de las comunidades.
Conceptual examination of Deflection principles requires further analyses of socio-environmental factors which can occur through Bronfenbrenner’s Ecological Model (1979). As mentioned, the Epidemiologic Triad illustrated showed socio-environmental factors are sources of population health outcomes. Bronfenbrenner’s Ecological Model illustrates bi-directional relationships between community sectors and multiple levels. Also, the Model shows that each community sector influences, and is influenced by, the community in which it is located. As such, imbalances, or disparate treatment experienced by communities in one sector, carries over into other sectors of life experience. This concept justifies the necessity of advocating and supporting equities in every facet and level of life for communities. The Model illustrates emphatically that leading such efforts impacts quality of life in every other facet of life for not just underserved or vulnerable communities, but all communities in a location. Disparities in mental illness and substance use disorders diagnoses, prevention, and treatment efforts cannot be allowed to linger in communities. Deflection conceptual frameworks must include advocacies to address inequities in incidence and prevalence in these issues in not only from public safety purviews, but in collaboration with public health.
El examen conceptual de los principios de la Deflexión requiere análisis más profundos sobre los factores socioambientales, lo cual puede lograrse a través del Modelo Ecológico de Bronfenbrenner (1979). Como se mencionó anteriormente, la Triada Epidemiológica ya ilustraba que los factores socioambientales son fuentes clave en los resultados de salud de las poblaciones. El Modelo Ecológico de Bronfenbrenner amplía esta comprensión al mostrar relaciones bidireccionales entre los sectores comunitarios y múltiples niveles del entorno.
Asimismo, el modelo evidencia que cada sector de la comunidad influye y es influido por el contexto comunitario en el que se sitúa. Por tanto, los desequilibrios o los tratos desiguales experimentados por una comunidad en un sector específico se trasladan a otros ámbitos de la vida cotidiana. Este concepto justifica la necesidad urgente de abogar por la equidad y apoyarla en todos los niveles y aspectos de la vida comunitaria.
El modelo ilustra con claridad que liderar esfuerzos en favor de la equidad tiene un impacto positivo en la calidad de vida de todos los ámbitos, no solo para las comunidades vulnerables o históricamente desatendidas, sino para todas las comunidades en un territorio determinado.
Las disparidades en los diagnósticos, la prevención y los tratamientos relacionados con los trastornos mentales y por consumo de sustancias no pueden ser toleradas ni normalizadas en las comunidades. Los marcos conceptuales de la Deflexión deben incluir activamente enfoques de defensa y promoción para abordar las inequidades en la incidencia y prevalencia de estas problemáticas, no solo desde la perspectiva de la seguridad pública, sino también en colaboración estrecha con el sector de la salud pública.
Las teorías científicas anteriormente expuestas respaldan relaciones claras entre la seguridad pública, la salud pública y las comunidades dentro de las filosofías de la Deflexión. Como apéndice, debe señalarse que las comunidades que no son seguras no pueden ser saludables, y las que no son saludables, no pueden ser seguras. A partir de esta premisa, se propone también una distinción paralela entre la seguridad como concepto individual y una definición de seguridad pública de última generación centrada en la comunidad, como parte integral del marco filosófico y conceptual para el diseño de programas de Deflexión. La seguridad pública se define como:
“Nociones o percepciones a nivel comunitario de:
• Protección frente a daños (visibles o invisibles) o traumas personales o contra la propiedad;
• Acceso equitativo a las leyes que rigen las conductas o libertades propias o ajenas, o trato justo por parte de estas;
• Niveles adecuados de rendición de cuentas por parte de las agencias de aplicación de la ley y del sistema de justicia penal para los servicios cuya finalidad es proveer dichas protecciones;
• Salud y bienestar del personal encargado de brindar servicios de seguridad pública: agentes del orden, personal de primeros auxilios y funcionarios penitenciarios.”
(Triplett, 2021)
Definir la seguridad pública de esta forma permite conservar su noción tradicional centrada en la protección frente a daños y en el mantenimiento del orden civil. Sin embargo, amplía el concepto al incluir la equidad en el trato hacia las comunidades. Como lo muestra el Modelo Ecológico de Bronfenbrenner, los desequilibrios experimentados por una comunidad en un sector se trasladan inevitablemente a otros sectores. Las disparidades deben ser eliminadas en los sistemas de seguridad pública, garantizando acceso equitativo y trato de calidad por parte de los profesionales encargados del cumplimiento de la ley, así como a las leyes que regulan las conductas y libertades.
Esta ampliación también contempla niveles adecuados de rendición de cuentas tanto en las agencias policiales como en el sistema de justicia penal respecto a los servicios de protección. Uno de los elementos más innovadores y esenciales para el diseño e implementación de los programas de Deflexión es la inclusión de la salud y el bienestar del personal que brinda los servicios de seguridad pública, es decir, los agentes del orden, los primeros respondedores y los funcionarios penitenciarios. Se parte de la suposición de que asegurar el bienestar integral de estos profesionales no solo forma parte de la definición de seguridad pública, sino que es esencial para una provisión equitativa, eficiente y eficaz de los servicios de seguridad y deflexión en las comunidades.
Dado lo complejo de los traumas asociados con los trastornos mentales y el uso de sustancias, resulta aún más urgente brindar apoyo al bienestar integral del personal de seguridad pública que ejecuta programas de Deflexión para personas que viven con dichas condiciones. Por tanto, es imperativo que la salud y el bienestar del personal de seguridad pública estén integrados en la filosofía de la Deflexión. Hacerlo garantizará que estos elementos se incluyan también en el diseño e implementación de los programas de deflexión y desvío previo al arresto.
Incluir todos estos componentes en una definición de seguridad pública centrada en la comunidad, dentro de la filosofía de la Deflexión, permitirá desarrollar un enfoque innovador y sistémico para construir longevidad, equidad y sostenibilidad en la provisión de estos servicios. Asimismo, mejorará la eficiencia y eficacia de los sistemas de seguridad pública en los cuales estos programas se implementen.
Tras revisar los fundamentos científicos, resulta evidente que la integración entre salud pública y seguridad pública en el desarrollo de diseños conceptuales para la Deflexión y el desvío previo al arresto es una preocupación compartida. Centrarse únicamente en los riesgos criminógenos asociados a personas que viven con estas condiciones representa una oportunidad perdida para involucrar a los profesionales de la salud pública, cuya preocupación central es prevenir y conectar a estas personas con tratamientos basados en evidencia. Además, el sector salud dispone de datos actualizados y conocimientos adicionales que pueden enriquecer enormemente las competencias culturales de los servicios ofrecidos, elementos vitales para el éxito de la implementación de los programas de Deflexión. Estas aportaciones adicionales son esenciales para el marco conceptual de la Deflexión en cada comunidad.
Una contribución adicional a los conceptos filosóficos de la Deflexión incluye ampliar el alcance hacia líderes de salud pública, organizaciones comunitarias orientadas a la salud y personas en proceso de recuperación de trastornos mentales y por uso de sustancias, integrándolos como actores clave del programa desde su concepción e implementación hasta la evaluación, como parte de la composición de actores interesados. Como se mencionó anteriormente, los trastornos mentales y por consumo de sustancias son temas tanto de salud pública como de seguridad pública. La Deflexión ofrece una oportunidad para compartir perspectivas sobre cómo equilibrar mejor los factores ambientales cambiantes con las necesidades de las personas en recuperación, así como para mantenerse al tanto de las brechas en la provisión de servicios para las y los participantes.
Incluir a estos actores diversos desde el inicio puede brindar a las agencias policiales participantes la oportunidad de monitorear el acceso equitativo y de calidad a una gama de servicios diversos para las personas beneficiarias (por ejemplo, servicios con enfoque de género, accesibles para personas con discapacidad, entre otros). Además, exigir diversidad en la composición de los actores involucrados proporcionará también ideas innovadoras sobre definiciones medibles de enfoques informados por el trauma, que pueden ser utilizadas para asegurar que los proveedores de servicios de recuperación y tratamiento en salud mental y uso de sustancias seleccionados para participar en programas de Deflexión y desvío previo al arresto brinden servicios funcionales, accesibles, culturalmente competentes y basados en evidencia a las comunidades locales. Construir un enfoque personalizado es esencial para responder a las necesidades diversas de las comunidades participantes en contextos cambiantes.
Dado que la investigación en adicciones ha evidenciado frecuencias inevitables de recaída y que los trastornos mentales suelen tener un carácter crónico, las filosofías de Deflexión deben comprometerse con los esfuerzos de provisión de servicios que busquen mejorar tanto la eficacia como la retención de participantes. Por lo tanto, es imperativo que la filosofía de Deflexión se base en un diseño impulsado por datos y una implementación culturalmente competente que vaya más allá de consideraciones raciales. Las filosofías de Deflexión deben también comprometerse con la desagregación de datos de salud pública y seguridad pública, a fin de identificar las culturas y comunidades más impactadas por los trastornos mentales y por uso de sustancias, orientando así sus esfuerzos programáticos.
Al insistir en la identificación de características adicionales de las comunidades objetivo —incluyendo aspectos étnicos, lingüísticos, de discapacidad, género y edad— los programas de Deflexión que resulten podrán ir más allá de enfoques únicamente basados en la raza.
Asimismo, establecer comunidades de enfoque basadas en la cultura desde el inicio orientará los esfuerzos de Deflexión e integrará programas de tratamiento y prevención de forma transversal. También forma parte de la filosofía de Deflexión facilitar que el personal de seguridad pública cumpla con sus roles primarios en las comunidades: proteger y servir en los esfuerzos por mantener la civilidad y el orden.
Los problemas de salud pública surgen con regularidad cuando las llamadas de emergencia requieren respuestas policiales a crisis conductuales relacionadas con temas de salud, para los cuales estos profesionales no están capacitados ni equipados adecuadamente. Este mal abordaje no solo revictimiza y estigmatiza a las personas que viven con condiciones de salud, sino que también traumatiza al personal de seguridad pública y socava la confianza de las comunidades en los sistemas de seguridad pública para lograr sus objetivos de seguridad y salud.
Las filosofías de Deflexión deben reconocer estos sentimientos comunitarios existentes y aceptar que, aunque los comportamientos individuales de riesgo existen y conllevan a esfuerzos de desvío, los traumas a nivel colectivo preceden e incrementan la probabilidad de que las comunidades desarrollen trastornos mentales y por consumo de sustancias. Por ende, las filosofías de Deflexión harían bien en apoyar los esfuerzos de salud pública para abordar los riesgos individuales y grupales de manera simultánea.
Los programas de Deflexión más eficaces incluirán el desvío de personas que viven con trastornos mentales (diagnosticados o no) y por uso de sustancias hacia proveedores de tratamiento basados en evidencia, con el objetivo de reducir tanto la incidencia como la prevalencia de estos problemas, abordando simultáneamente los factores de riesgo individuales y los factores socioculturales y ambientales presentes en las comunidades, con el fin de disminuir las tasas de recaída y fortalecer el capital preventivo.
El capital preventivo describe la capacidad de las comunidades para prevenir y responder a condiciones de salud que están asociadas con interacciones innecesarias con la policía (por ejemplo, consumo/adicción de sustancias, enfermedad mental e inestabilidad habitacional), mediante el acceso equitativo a servicios de calidad, basados en evidencia, culturalmente competentes y con enfoque de trauma (Triplett, 2021). Las comunidades con suficiente capital preventivo permitirán a los sistemas de seguridad pública enfocarse en proteger a las personas frente a delitos graves y actuar de forma más eficiente, equitativa y efectiva como fuerza colaborativa. A su vez, esto elevará el bienestar del conjunto de la comunidad.
Por tanto, una filosofía de Deflexión efectiva debe promover el capital preventivo adecuado como componente integral de su marco conceptual.
Otros componentes conceptuales relacionados con la participación comunitaria en los marcos de Deflexión incluyen esfuerzos tangibles para mantenerse al tanto de las necesidades tanto de los participantes como de las comunidades, monitorear la satisfacción con las alianzas existentes y la provisión de tratamiento, así como reducir el estigma y el miedo asociados a los trastornos mentales y por consumo de sustancias en las comunidades en general. Estas contribuciones son esenciales para la sostenibilidad y longevidad del programa.
El Modelo Ecológico de Bronfenbrenner también ilustra que el trauma puede experimentarse incluso sin una exposición directa al daño. La filosofía de Deflexión debe reconocer que los sistemas de seguridad pública —posiblemente por su inclusión dentro de los Servicios Sociales— están sujetos a expectativas comunitarias implícitas de equidad y rendición de cuentas que no necesariamente se aplican a otros sectores.
En Estados Unidos, particularmente, el trato desigual históricamente y en la actualidad hacia personas de comunidades marginadas ha causado daños incluso entre quienes no han sido directamente expuestos a estos. Además, los factores socioambientales impactan a todas las comunidades, independientemente de sus características demográficas. De hecho, el surgimiento de redes sociales, televisión por cable e internet de banda ancha ha asegurado que los impactos de los daños se vivan a nivel comunitario, como lo ilustra el Modelo de Bronfenbrenner.
Por ello, los marcos de Deflexión deben incluir una participación continua y diversa de las comunidades para fomentar una mayor comprensión y compasión hacia las personas que viven con estas condiciones, tanto entre las fuerzas del orden como entre la comunidad en general, aumentando la confianza y reduciendo el estigma. Si los daños pueden compartirse de manera vicaria, también pueden compartirse las protecciones.
Las investigaciones muestran que un porcentaje de los casos de trastornos mentales, uso de sustancias y recaídas en adicciones puede atribuirse a factores socioambientales. En la medida de lo posible, los componentes externos de los marcos de Deflexión deben informar al público general que estas condiciones son cuestiones de salud dignas de atención y apoyo, no de compasión condescendiente. Esto puede tener un gran impacto en los resultados comunitarios, en los niveles de prevención y, en última instancia, en el estado de salud general.
Como se ha reiterado: las comunidades que no son seguras no pueden ser saludables, y las que no son saludables no pueden ser seguras. Al involucrar a las comunidades y enmarcar la Deflexión como una oportunidad para unificar esfuerzos comunitarios en torno a la seguridad y la salud colectivas, los programas que resulten pueden nutrir factores protectores dentro de las comunidades.
En conclusión el desarrollo de filosofías de Deflexión efectivas requiere apoyarse en teorías científicas de salud pública previamente referenciadas, en datos actualizados y desagregados que permitan identificar las culturas y comunidades impactadas por trastornos mentales y por consumo de sustancias, en la participación de actores diversos, y en esfuerzos centrados en la comunidad que se adapten al tratamiento y prevención con enfoque de trauma y competencia cultural.
Los programas de Deflexión y las agendas estratégicas que se deriven de esta filosofía protegerán la salud y seguridad de múltiples comunidades, y serán fundamentales para la integración conceptual de los objetivos de los sistemas de salud pública y seguridad pública.
Como se ha explicado, la seguridad pública completa solo se alcanza en comunidades saludables. Considerar la Deflexión como una versión comunitaria de la seguridad pública permitirá ubicar los programas resultantes en el contexto adecuado dentro del continuo de servicios de seguridad pública prestados a las comunidades en general. La población se beneficiará, participe o no directamente en los programas de Deflexión.
Las comunidades que incorporan la Deflexión en sus sistemas de seguridad pública estarán mejor informadas sobre los recursos disponibles, se convertirán en mejores defensoras de la prevención del consumo de sustancias, la promoción de la salud mental, el bienestar integral, y mejorarán su propia percepción de seguridad en el proceso.
Es esta filosofía multifacética la que proporciona a la Deflexión el apoyo necesario para mantener su invaluable papel dual en la intersección entre la seguridad pública, la salud pública y la comunidad.
AUTHOR
Author –
* Dr. Tralonda Triplett, PhD, MPH
Institute for Successful Leadership, Inc.
Former Director of Public Health, Center for Policing Equity
PhD in Epidemiology and Public Health, University of Miami
MPH in Epidemiology and Public Health, University of Miami
ORCID: 0000-0002-1897-9224.
Requests to authors – Tralonda Triplett, [email protected].
WAIVER
ACKNOWLEDGEMENT
Thanks to all those who have contributed to the production of this paper.
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This article is part of the Special Issue:
Deflection: A New Horizon for Police,
Public Health, and Community.